Cuando la comunidad universitaria comenzaba a creer que por fin
empezaría a limpiarse de los directorios de la U.A.E.H los apellidos Sosa Castelán, “Gerardo” el máximo
líder de la “Sosa Nostra” (bien llamada por Alfredo rivera flores), en un
descaro total y desdeñando la labor de un sinnúmero de excelentes
investigadores, académicos y universitarios, impone en la secretaria académica
del instituto de ciencias sociales y humanidades, antes ICSO, a su malogrado y
mediocre hermano Agustín Sosa Castelán.
Uno de los institutos con mayor abolengo dentro de la máxima casa de
estudios y donde han dirigido conocedores del derecho como Leonardo Ramírez
Álvarez “usurero de la educación en Hidalgo”, Raúl arroyo González “intelectual
de la sosa”, Francisco Díaz Arriaga “el mejor vendedor de justicia”, quienes
también tienen su negro historial dentro y fuera de la U.A.E.H. y de los que ya
habrá tiempo de escribir, sufre hoy el mayor de sus traspiés, en lo que se
considera un gran atentado al nivel del estudiantado y quienes a final de
cuentas sufriremos los estragos de un área tan importante como la académica,
evidentemente pobre en todos los aspectos.
Esta acción recuerda lo acontecido en 1986, en que después de un periodo
de terror en la federación de estudiantes universitarios de hidalgo al frente
de Zenaido Meneses Pérez (a) “el chicharrón” –en alusión a su fino cutis- y del
comienzo de la confrontación con el gobierno de Adolfo Lugo verduzco, asume el
control “el hermano mediocre” e inculto también conocido por los estudiantes de
aquella época como “pinocho” (por su facilidad para mentir y su prominente
nariz), que no haría un cambio
sustancial en la manera de dirigir a la grey estudiantil.
Quizá la historia se
repita y veamos en este instituto donde se forman los abogados, politólogos y
administradores públicos, comunicadores, educadores, historiadores, sociólogos y trabajadores
sociales, a personalidades como el Andy “excelente administrador de discotecas
ajenas venidas a tugurios”, el “jarocho” malencarado, bravucón defensor y
lambiscón de lideres, al “Archi” golpeador y vándalo de barrio, “el Tapia”
líder de tono grisáceo y organizador de fiestas, “los Jalisco”, “el porro”, “el
cuervo” o “el mugres”, entre muchos otros.
Asimismo, la
reutilización de viejas practicas como el tráfico y compra de calificaciones,
la asignación de prebendas, los ascensos inmerecidos, el acoso sexual a
compañeros catedráticos y alumnos, además de la anarquía total en donde
debieran de consolidarse los valores universales y democráticos.
Seguramente
escucharemos a Agustín sosa el discurso de que la asignación de este puesto “es un reencuentro con sus raíces y su
propia historia”
Raíces inmersas en el
abuso, el uso indebido de autoridad, la violación de derechos humanos, la
sustracción de recursos públicos, la imposición, el influyentismo, y tantos
otros aspectos que han impedido el crecimiento integral de la universidad y
permitido la permanencia de este grupo de poder.
La historia como una
de las mas violentas en Tulancingo al frente de la preparatoria numero dos, del
entonces ICSO y de la federación de estudiantes, cuya administración es
considerada como una de las mas violentas, agresivas, delictivas y regresivas
de la historia de organismos estudiantiles en el país, donde se registraron
asesinatos, accidentes misteriosos, secuestros, robos, asaltos, secuestros,
agresiones.
Hoy los
universitarios, entendido esto como los que estuvimos, estamos o estaremos en
un aula, debemos estar preocupados y tomar cartas en el asunto, para evitar que
lo que hasta hoy ha venido siendo un trabajo responsable de los académicos e
investigadores, se convierta en la punta de lanza del jefe de la sosa Nostra,
del hermano mediocre y su grupo de rufianes para mantener el control
universitario.
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